Si no tuviera profesión (cosa que tengo) me haría concejal. No importa de que partido, En la política como la guerra todo vale.

Da igual que hoy te sientas niña de Aznar, que mañana te independices y al próximo año o en la próxima legislatura ya te haces definitivamente de izquierdas.

Es curioso como hay gente que tiene una ideología volátil. Aunque quizás yo lo llamaría ideología versátil, por que tienen la misma capacidad de los camaleones para confundirse con el medio. Este medio donde viven habitualmente son los despachos y a cuyos sillones se apegan con demasiada fuerza y entonces les da igual pasar de escuchar a Jiménez Los Santos que sintonizar la Ser. Supongo que a una persona que tiene fuertes convicciones políticas esto le debe resultar duro cuando no imposible.

Pero el cambio debe ser completo para ser verdadero, los asesores de imagen saben que si quieres vender algo tienes que convencer al futuro comprador en este caso futuro votante. Cuando uno pasa del lado conservador al independiente y después se enfila a la izquierda su imagen también debe ser acorde. Lo que no se puede es ir vestido o vestida con unos Manolo Blahnik con un vestidito de la última colección Prada y hablar de las necesidades de las mujeres, de la gente de la tercera edad. Por que realmente estas mujeres de las que se habla se visten muchas veces en el mercadillo y los zapatos son del Carrefour. Vamos dos mundos totalmente diferentes que para conocer de primera mano hay que visitar de vez en cuando.

Aunque en cuestiones de moda no estoy muy puesto le tendré que preguntar a mi amiga Santine si existe una opción intermedia entre Manolo Blahnik y Carrefour.

Dejo un link a un blog muy interesante que he encontrado, que cada cual saque sus propias conclusiones.