Dos sucesos no de trascendencia vital para la humanidad, pero si que me han llamado la atención.
Uno, cantidad de libros arden, cientos según los bomberos y nos indica el diario hoy en su versión digital. Parece ser que estos libros eran el tesoro de los indigentes que allí vivían, al resguardo de la muralla. Esta claro que acumular cientos de libros no se hace en un rato, tampoco se lleva una cama y se deposita comida en cinco minutos. Esta era el hogar de estos indigentes. ¿Para que querían los libros? O bien como lectura propiamente dicha o como manera de mantener un fuego en su hogar que era este rinconcito de Plasencia. Los indigentes, son personas que tienen necesidades como todo el mundo, comer, dormir, leer, calentarse cuando hace frio. A nosotros los privilegiados que tenemos nuestras casas no nos cuadra este tipo de vida, pero desgraciadamente en ciudades más grandes que la nuestra es habitual este modo de vida o modo de supervivencia, por que detrás de estas personas hay una historia, unas vivencias de cómo han podido llegar a vivir al resguardo de una muralla.
Lo realmente preocupante es que estas personas llevaban tiempo viviendo allí y que ha tenido que arder su pequeño o gran tesoro para que el resto de los placentinos sepamos de su existencia. ¿Realmente nadie sabía que allí estaban viviendo estas personas? Creo que no. Seguro que era conocido por muchas gentes, que era vox populi pero como estaban allí semiocultos. Este es el verdadero problema mientras no se ve no molesta. Da igual las condiciones, la cuestión es que ahora hay foto de una realidad y a partir de este momento supongo que no se va a permitir a nadie vivir bajo los pies de la muralla, ¡más que nada por que estéticamente no es bonito en una ciudad tan avanzada como Plasencia!

Dos, el robo de unas tartas en un negocio de la calle Talavera. Lo que realmente me llama la atención es que el robo en este local situado a escasos metros de la Plaza no haya sido visto por vecinos, ni por policía local. Si esta zona que es el centro de Plasencia es tan vulnerable a los robos como no lo van a ser otras que sufren el robo de cable, de ventanas de aluminio, de bombonas de butano…. etc. Menuda seguridad tenemos en Plasencia, ¡Qué Dios nos coja confesados y con una buena póliza de seguros contra robos en la otra mano!