¡No me lo puedo creer! Hoy me desayuno con que han multado con 7.500 a la discoteca MOMA. Según la versión digital del periódico Extremadura fue una medición sorpresa.

Yo creo que cuando un vecino se queja una vez, dos veces… cinco veces, no es por que tenga ojeriza al señor del bajo. España es un país de ruidos, un mal país de ruidos y cuando uno está de fiesta le importa tres pepinos si hay gentes en las proximidades que quieren llevar una vida tranquila, dormir a sus horas y escuchar la música que quieren cuando a ellos les apetece. Debería haber más educación al respecto. Esta claro que los derechos de unos finalizan donde comienzan los de los demás. No me parece que por que tengas una licencia de discoteca, como es el caso, puedas estar haciendo la vida imposible al vecindario. Igual que estos señores se ganan la vida con la fiesta y la diversión hay personas que igual se tienen que levantar a las 6 de la mañana y ponerse delante de un volante a hacer cantidad de kilómetros para llevar el pan a su casa. Y no es justo que cuatro descerebrados, por que siempre son los mismos, hagan la vida imposible al resto del vecindario. El ruido continuado puede desencadenar graves daños a nivel físico y mental de la persona que lo sufre. No es un capricho de unos cuantos, es una realidad avalada por la OMS.

Pero desgraciadamente en esta ciudad, que se parece cada día más al lejano oeste, desembarcan empresarios que parecen estar por encima del bien y del mal. No es justo que una persona que esté en su casa sufra los desmanes de estos sinvergüenzas, tienen que aprender esta casta de intocables que no son el ombligo del mundo o de Plasencia y que hay leyes que cumplir por encima del compadreo, la vía digital y otras muchas cuestiones y que una licencia de bar., cafetería o discoteca no te da derecho a hacer la vida imposible a tus vecinos.

Por último que hasta ahora no se haya encargado un sonómetro ¡como se medían los ruidos a oreja!